Así se gesta “el golpe” en el TSJ contra Cristina Díaz
Díaz Sosa asumirá su defensa legal donde corresponda. No existe la figura de “pérdida de confianza” para cambiar la Presidencia, pero advierten arremetidas para lograr la renuncia y colocar a alguien funcional a intereses políticos
En la semana en la que todos los poderes del Estado convulsionaron, el Poder Judicial no se quedó atrás. La crisis entró en el Tribunal Supremo de Justicia en forma de moción de confianza que ha puesto en la picota a Cristina Díaz Sosa, la única mujer de entre los nueve magistrados que conforman el órgano, y la única que en algún momento gozó de la confianza de la oposición política a Evo Morales hasta el punto de proponerla como Presidenta Transitoria en el mes de noviembre.
Para el martes 23 de junio se tiene prevista una nueva Sala Plena en la que la presidenta Cristina Díaz Sosa recuperará las funciones y tratará de retomar el orden del día “violentado” el pasado jueves 18 de junio y que contiene asuntos institucionales a tratar en mesa y aspectos vinculados a la pandemia desde el punto de vista judicial.
Mientras tanto, en los mentideros judiciales de la ciudad de Sucre, capital de Bolivia y sede del poder judicial, se advierte del movimiento que pretende derrocar a Díaz Sosa con dos intenciones: proteger intereses del Movimiento Al Socialismo en liza judicial o preparar una posible sucesión por “ultra actividad” o por la misma fórmula “ex profeso” que utilizó Áñez para suceder a Evo Morales en caso de convulsión social.
El movimiento que pretende derrocar a Díaz Sosa puede tener dos intenciones: proteger los intereses judiciales del MAS y preparar una posible sucesión ex-profeso o por ultra actividad
El pulso empezó el jueves 18 de junio, cuando en la sala plena que conforman los magistrados Olvis Egüez Oliva, Marco Ernesto Jaimes Molina, Esteban Miranda Terán, José Antonio Revilla Martínez, Juan Carlos Berrios Albizu, Carlos Alberto Egüez Áñez, Ricardo Torres Echalar y Edwin Aguayo Arando decidieron imponer un nuevo orden del día al emanado de la Presidencia y con un punto fundamental: someter a moción la confianza en la Presidenta Cristina Díaz Sosa.
Díaz Sosa fue posesionada el viernes 15 de noviembre de 2019 como Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, cargo que asumió por tres años de acuerdo al artículo 39 de la Ley del Órgano Judicial. Entonces acababa de renunciar a la Presidencia, que no a su vocalía, el magistrado José Antonio Revilla alegando motivos personales y sin dar mayores explicaciones. Cinco días antes había renunciado Evo Morales y se había derrumbado el régimen del Movimiento Al Socialismo. En Sucre se interpretó como un paso al costado de un órgano tradicionalmente funcional al poder ejecutivo, que prefirió poner en la cabeza a Díaz Sosa, que solo unas semanas antes había irrumpido en el escenario mediático citada por Luis Fernando Camacho como posible sucesora ante una eventual caída de Evo Morales. Con todo, hubo votación en la que Sosa obtuvo seis votos por tres que obtuvo el magistrado cruceño Olvis Egüez.
En la sesión del 18 de junio se acabó imponiendo el orden del día propuesto por los magistrados, mientras Díaz hizo uso de sus derechos y facultades para suspender la sesión y retirarse, situación que fue aprovechada por los magistrados de la Sala Plena para convocar al decano Esteban Miranda Terán, magistrado cochabambino que ejerce la profesión de abogado desde 1983, a asumir las funciones de la Presidencia y llevar adelante el voto de la moción: de aquella sesión trascendió la supuesta “pérdida de confianza” en Díaz Sosa sin que nadie argumentara o sustentara esta situación.
La presión y el poder
Las fuentes judiciales en Sucre señalan que la asunción de la presidencia por parte del decano Miranda Terán en suplencia legal alegando la ausencia temporal de la Presidenta Díaz Sosa no corresponde, puesto que la sesión había sido suspendida en arreglo a la Ley del Órgano Judicial y los reglamentos que rigen las sesiones, sin embargo, se continuó con la sesión.
La Presidenta Cristina Díaz Sosa, en un escueto circunloquio, se limitó a comunicar a este medio que asumirá su defensa legal y que enfrentará las arremetidas sin renunciar.
Hasta la fecha se desconocen los puntos tratados en la reunión, aunque trascendió una misiva remitida a Díaz Sosa, que seguía en la ciudad de Sucre, esa misma noche haciéndole conocer que el viernes se convocaba otra reunión de Sala Plena convocada por el decano en supuesto ejercicio, Miranda Terán, por la ausencia temporal.
La Presidenta Cristina Díaz Sosa, en un escueto circunloquio, se limitó a comunicar a este medio que asumirá su defensa legal y que enfrentará las arremetidas sin renunciar.
Díaz Sosa respondió con observaciones a la convocatoria observando la suplencia legal por ausencia temporal, al encontrarse en la ciudad de Sucre y por haberse suspendido formalmente la sesión. Los constitucionalistas también indican que no se puede llevar a cabo temas que atingen a su persona en ausencia porque tiene el derecho de asumir defensa en esa Sala Plena.
El viernes la sesión se llevó adelante, pero como informó el propio decano Miranda Terán a los medios de prensa, no se tocó el punto relacionado a los efectos jurídicos que supuestamente tendría el haberle retirado la confianza a la Presidenta, situación que se dejaría para “la siguiente semana”.
Díaz Sosa ha convocado de acuerdo a sus atribuciones sesión para este martes en el que se prevé retomar la agenda institucional. En su entorno recuerdan que la Ley del Órgano Judicial dice que solo se puede cambiar la Presidencia por renuncia, muerte o cumplimiento de mandato, que es de tres años.
“No existe la figura legal de pérdida de confianza para operar un relevo en la presidencia. Es una figura de orden fáctico que tendría por objetivo lograr la renuncia para dejar la presidencia en manos de alguien funcional a otros intereses” señala un analista que sigue de cerca los lazos de los poderes entre La Paz y Sucre.
De momento, ninguno de los ocho magistrados varones ha explicado públicamente las causales o razones que motivaron la moción de confianza y el retiro de la misma, asunto que mientras no se argumente, parece estar motivado por intereses de otra índole. Mañana, la resolución del conflicto.